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sábado, 19 de marzo de 2016

MENTE Y EXTRATERRESTRES: El susurro vino de lo más profundo de la conciencia del cosmonauta X. « (...) Llegaste aquí muy temprano y no lo hiciste de la manera indicada. Confía en mí, puesto que soy tu ancestro de tu lado materno. ¿Recuerdas? Hijito, no deberías estar aquí, vuelve a la Tierra, no violes las leyes del Creador... Hijito, debes regresar, regresa, regresa...».

MENTE Y EXTRATERRESTRES: El susurro vino de lo más profundo de la conciencia del cosmonauta X. « (...) Llegaste aquí muy temprano y no lo hiciste de la manera indicada. Confía en mí, puesto que soy tu ancestro de tu lado materno. ¿Recuerdas? Hijito, no deberías estar aquí, vuelve a la Tierra, no violes las leyes del Creador... Hijito, debes regresar, regresa, regresa...».


Los extraterrestres… ¿Interaccionan con la mente de los seres humanos? Evidentemente, sí. Existen hechos que así lo corroboran. Por ejemplo, hace bien poco salió a la luz pública lo ocurrido a la misión del Apolo X en el año 1969, precisamente cuando la capsula espacial volaba sobre la cara oculta de la Luna. Al parecer los astronautas escucharon una extraña música, que de ninguna manera podía proceder de la Tierra (Dicho sonido salió a la luz pública en un documental llamado Los archivos no explicados de la NASA, que por cierto la Agencia Espacial norteamericana intentando desinformar y confundir lo achacó a interferencias entre radios… qué curiosamente producían música...)



La conversación se desarrolló de este modo entre los confundidos y sorprendidos astronautas:
-    “Esa música suena como del espacio exterior, ¿no es cierto?-comentó el astronauta Eugene A. Cernan.
-     “Sí”-respondió el comandante Thomas P. Stafford.
-     “¿Escucharon también ese silbido?”-preguntó John W. Young.
-      “Suena como… ya sabes, como del espacio exterior”-volvió a insistir Cernan.
-     “Me pregunto qué puede ser”-siguió Young.



1 de 2 La misteriosa música escuchada en el Apolo 10 (PARA VISIONAR EL VÍDEO DAR DOS VECES PLAY)


2 de 2 La misteriosa música escuchada en el Apolo 10 (PARA VISIONAR EL VÍDEO DAR DOS VECES PLAY)

Los extraterrestres, ya han explicado a diferentes contactados su capacidad para adentrarse en la mente de cualquier humano e interactuar con ella; rebuscar en los recuerdos y analizar los pensamientos de los seres humanos, tal como manejan con soltura los seres de las estrellas el lenguaje telepático. Algo parecido a lo ocurrido a Jimmy Carter, en su etapa de Presidente de EE.UU. e incluido en el libro Los grandes contactados, de Manuel Navas Arcos y narrado en La revista Das Neue Zeitalternl n°‑ 40, Octubre de 1.978 *(he puesto el relato completo al final de esta entrada):


UFO-Platillo Volador-OVNI
He aquí la declaración:
…Hacia la mitad de Octubre de 1.977, yo y mi compañero, que nos encontrábamos siempre muy próximos al Presidente, notamos que había cambiado. Sus ojos, que estaban siempre brillantes, estaban a menudo como ausentes, y contrariamente a su costumbre de sonreír y decirnos cosas agradables, pasaba sin prestarnos atención, como si algo le pesase mucho.
En un primer momento creí que tuviera preocupaciones políticas: soviéticos, chinos, Israel, Arabia ...Pero justamente entonces descubrí la verdadera razón: ¡SE TRATABA DE UN ENCUENTRO CON SERES DE OTROS PLANETA!. Y a partir de aquel momento estuve atento; prestaba atención a cada palabra que pronunciaba el Presidente, cada vez que estaba de servicio.


Jody Powell (izquierda) y el Presidente Jimmy Carter
…Carter contó a Powell (NOTA: Jody Powell  era el Jefe de Prensa), cómo le telefonearon a su oficina, una noche muy tarde: Este número es conocido por pocas personas y por esto sabía que era algo importante. La voz, sin decir su nombre, me pidió una cita. Luego la persona me recordó hechos de mi juventud que nadie podía conocer. Me parecía que leyese mis pensamientos y sabía que rezaba todas las noches.
-Nosotros consideramos necesario, -me dijo-, señor Presidente, un encuentro personal con usted, que concierne al bienestar de todo el planeta.
Jody, puede que esto te parezca cosa de locos, pero aquella voz pertenecía a alguien de otro planeta.

(He incluido el relato completo, de lo ocurrido a Jimmy Carter con los extraterrestres, al final de esta entrada)



A estas alturas, pienso que no deberíamos sorprendernos respecto a las capacidades psíquicas de los extraterrestres y su afán por “conocer verdaderamente a los seres humanos” incluyendo lógicamente a los políticos y militares, que tantos problemas vienen acarreando a la humanidad desde siglos atrás hasta nuestros días. Verdaderamente, “aquellos que administran las naciones del mundo se rigen principalmente por unas desmedidas ansias de poder ajenos al bien común de la población”. Y respecto a los militares (aquellos quienes verdaderamente ejercen el poder) podría decirse que “en sus mentes dibujan permanentemente la realidad a modo de campo de batalla”. Es en ese escenario, en “su afán  por llenar de heroicos combates su ego; el sitio donde el inconsciente crea la necesidad de interminables guerras y conflictos entre las naciones del mundo”. De este modo, sustentándose en un puro belicismo, ciertas Agencias de Seguridad tratan de argumentar el permanente secreto sobre muchos Proyectos, incluyendo lógicamente todos aquellos relacionados con tecnología inversa recuperada de naves estrelladas en la Tierra. 




(Robert Lazar, un científico que trabajó en la S4 del Área 51 explicó que EE.UU. supuestamente estaría desarrollando proyectos a través de tecnología inversa extraterrestre). Podría decirse por tanto, que la manera de entender el mundo contemporáneo por aquellos que ejercen el poder, llegó en plena Guerra Fría, cuando
USA y URSS rivalizaron en cuanto a poseer una tecnología más desarrollada que la del “enemigo”, tecnología que potencialmente incrementaría  cierta ventaja en un escenario de conflagración nuclear… aquello que precisamente intentarían evitar las civilizaciones extraterrestres que actualmente visitan la Tierra.  

Pero volviendo al tema de la interrelación sobre la mente humana,  podemos recordar aquello ocurrido en Octubre de 1968 cuando  un extraterrestre de origen humano llamando Francisco Atienza y proveniente de un planeta llamado Urln contacto con un terrestre… (Relato incluido en el libro Los grandes contactados, de Manuel Navas Arcos)


Aquel extraterrestre le explico al contactado, un hombre de negocios, lo siguiente:


NO SABEMOS NADA...

Tras unos minutos de descanso. Francisco Atienza, el hombre extraterrestre, contestó:

La raza terrestre emigrada al planeta Urln posee aún una mayor capacidad telepática para recibir mensajes mentales de los terrícolas que la propia raza de Urln, lo cual es lógico si se considera la igualdad morfológica existente entre los terrícolas y los hombres como yo. La razón principal que hubo para la emigración de algunos terrícolas, emigración dirigida por la raza de Urln, fue precisamente llegar a contar con una serie de humanos terrestres, educados por ellos en una civilización superior, que pudieran servir de puente o enlace entre las dos razas.

Este ensayo hasta ahora ha sido negativo en algunos puntos y positivo en otros.
Leemos en la mente de una buena parte de los hombres de la Tierra, con mayor o menor perfección según cada caso particular, según la distancia que separa al lector de la persona leída y según las circunstancias anímicas momentáneas de esta última.
Hombres y mujeres de todas las razas y clases sociales, de todas las edades y de toda condición nos suministran así una información completísima de los acontecimientos de la Tierra y, además, de lo que ellos piensan acerca de esos acontecimientos.

Sólo nos interesan los hechos político‑sociales y económicos que afectan a los grupos humanos y muy especialmente los procesos que conducen a la toma de decisiones de grupo en los aspectos moral y religioso. Jamás entramos en la vida íntima de las personas como tales.
Como contrapartida, hasta ahora habíamos fracasado totalmente en conseguir que los hombres de la Tierra entendiesen nuestros mensajes: yo soy, por ejemplo, un excelente receptor del pensamiento de miles de terrícolas, pero sólo con usted he podido conseguir que, aunque imperfectamente, mi pensamiento le alcanzase hasta lograr nuestro encuentro en este lugar.

(El relato completo en sobre los extraterrestres del planeta Urln y Francisco Atienza puede leerse en: http://elmensajedeotrosmundos.blogspot.com.es/2014/05/el-extraterrestre-dijo-vosotros.html


Todos estos hechos pueden parecernos increíbles a primera vista, pero la realidad  demuestra que los extraterrestres dominan la telepatía y por ende, que son capaces de analizar nuestros pensamientos sin que nosotros mismos seamos capaces de darnos cuenta… un espacio donde cualquier mentira sería difícil de ocultar. Viéndolo desde el lado positivo y a través de estas cualidades supra-mentales, permitirían a los seres de las estrellas elegir convenientemente a los contactados a quienes de una forma u otra, transmitirán sus mensajes dirigidos al propio planeta Tierra. Uno de estos ejemplos me llamó mucho la atención, cuando un extraterrestre llamado A-Lan explica a Daniel Walter Fry de qué forma escrutó su mente, pensamientos y recuerdos. Todo ello recogido en el libro El incidente de White Sands de Daniel W. Fry:

DONDE ME EXPLICAN EL INTERIOR DE LA NAVE

Uds. han sido acostumbrados desde el nacimiento a recibir y a resolver todas las impresiones visuales con ambos ojos abiertos. Ud. recordará que cuando aprendió por primera vez a usar el microscopio, le enseñaron que aunque había un solo objetivo, era mejor mantener ambos ojos abiertos. Por consiguiente, no cierre sus ojos. Apagaré el haz de luz para que no se distraiga.

En segundo lugar, no se concentre. La concentración es la actitud de transmisión, y es casi una barrera para la recepción. Para recibir impresiones fácilmente y en forma correcta, debe lograr un estado de completa relajación. Ud. posee esta habilidad, la cual es notable en uno de su raza.

En realidad fue a través de esta habilidad que yo hice el primer contacto con su mente. Hace tres noches Ud. sé había ido a la cama y no podía dormir porque la presión de los acontecimientos del día había sido exageradamente grande. Ud. empleó un recurso mental, muy interesante para mí, por su simplicidad y eficacia.


¿Se acuerda cuál era?

“Oh sí” -dije- “lo uso a menudo cuando el sueño no viene enseguida. Simplemente visualizo una habitación completamente oscura, pero que en la pared más alejada tiene diez números luminosos. Enfoco mi atención sobre estos números hasta que todos los otros pensamientos son excluidos de mi conciencia. Luego empiezo a borrar uno a uno los números manteniendo enfocada mi mente sobre los remanentes, pero disminuyendo el grado de concentración con cada número que voy borrando. Habitualmente me quedo dormido cuando todavía quedan varios números por borrar, pero en ningún caso he permanecido consciente más de unos pocos segundos después que el último se ha ido”.

“Exactamente,- replicó Alan-.”Este procedimiento, no sólo relaja su mente consciente, sino que manda todos los pensamientos extraños a su correspondiente lugar en el recinto inconsciente de la mente. En esas condiciones la mente inconsciente es capaz de transmitir y recibir mucho más fácilmente que la mente consciente”.
“Y quizás debería avergonzarme de admitir, pero en su caso la tentación era demasiado grande para resistir, y me temo que escudriñé su mente como nunca lo había hecho antes”.

“Creo que puedo decir que conozco más respecto a Ud. que Ud. mismo. Lo que encontré en su mente no era todo lo que podría ser deseable. Por supuesto la vida ha sido bastante dura con Ud. a veces, y encontré muchas cicatrices y heridas todavía a medio cicatrizar. También descubrí que estas bofetadas del destino le han dado a Ud. una profundidad y una amplitud de percepción y comprensión no habitual. Decidí que Ud. sería un contacto ideal”.



 Pero otra vez nos hemos desviado de nuestro proyecto. Voy a sugerirle que use su propio método para relajar su mente. Mantenga sus ojos sobre la pantalla que ahora está oscura. Cuando su mente esté relajada, intentaré darle un cuadro mental de la nave en la cual está viajando.

No fue necesario visualizar la habitación oscura, pues el sitio estaba completamente a oscuras. Tampoco tuve dificultad en visualizar los números luminosos sobre la pantalla, pero cuando intenté excluir las docenas de preguntas que repiqueteaban con insistencia en los límites de mi conciencia, lo encontré prácticamente imposible. Eventualmente, renuncié a tratar de excluirlos completamente, los barrí lo más lejos posible, y empecé a borrar los números. Mi mente se aclaró y al llegar al último número, estaba casi dormido:
Al quitar el último número, percibí sobre la pantalla un diseño que no había notado antes. No apareció repentinamente. Parecía como si siempre hubiese estado allí pero yo lo veía por primera vez.
En la porción izquierda e inferior del dibujo, reconocí el compartimiento donde yo viajaba, me di cuenta que el croquis debía representar el interior de toda la nave.


 … Cuando le di la voz de alarma (NOTA: el extraterrestre le pidió a Daniel W. Fry que no tocara la nave), su reacción no fue de miedo como Ud. Parece pensar. La verdadera reacción de miedo lo hubiera inmovilizado por lo menos por un momento. En cambio Ud. reaccionó inmediatamente y de manera adecuada.
El hecho es que, a pesar de hallarse en circunstancias completamente únicas en su experiencia, Ud. escuchó tranquilamente mi voz y replicó en forma lógica. Esta es la mejor evidencia que su mente es del tipo que nosotros esperamos encontrar.

Gracias por sus cumplidos, -dije-. Me gustaría creer que los merezco; pero su afirmación implica que Ud. se propone usarme en algún proyecto, que involucra adelanto científico para el pueblo que vive ahora en la Tierra.
¿Por qué a mí? ¿Porque yo estaba accidentalmente aquí cuando Ud. aterrizó?
Podría ponerlo en contacto, aquí en el campo de pruebas de cohetes, con varios hombres dignos de confianza que son considerados científicamente más avanzados que yo.



Cuando Ud. dice que estaba aquí por mera casualidad, subestima nuestra habilidad para seleccionar a quienes deseamos hablar, -fue la respuesta-.  Los cerebros de muchos terráqueos transmiten fácilmente, pero Ud. es uno de esos raros individuos cuyo cerebro también recibe bien.
Hemos investigado cuidadosamente la mente de muchos de sus científicos eminentes. En todos los casos encontramos que sus mentes se habían endurecido en un molde basado en sus concepciones presentes. Sus mentes han avanzado hasta un grado tal que ellos creen que lo conocen casi todo en el mundo científico. Así ellos encuentran difícil cambiar sus puntos de vista o formarse nuevas opiniones.


( Donde puede leerse completo el libro El incidente de White Sands, de Daniel W. Fry: https://danielfry.com/daniels-writings/white-sands-incident/in-spanish/ )

Y para terminar este pequeño compendio de fenómenos supra-mentales he traído lo sucedido a algunos cosmonautas volando alrededor de la Tierra; testimonios recogidos en el libro EXPEDIENTE SOVIET UFO, de Philip Mantle y Paul Stonehill. Hechos por los cuales se demuestra claramente que “los extraterrestres son capaces de adentrarse en la mente de los seres humanos para estudiar cualquier detalle y rescatar recuerdos que solamente uno mismo conoce” ya que de este modo “demostrarían a la persona en concreto que se hallan en el interior de su cerebro…”Analizándolo con cierto detalle, las consecuencias de esta constatación podríamos resumirlas de este modo: “Nadie está libre de ser estudiado…”Llámese una persona anónima ó bien, personalidades relevantes, políticos y militares, religiosos y científicos… es decir, que si hacemos caso de testimonios como los del cosmonauta X, los extraterrestres habrían manejado sutilmente el devenir de nuestra historia en el planeta Tierra sin nosotros siquiera haberlo intuido.

(Del libro EXPEDIENTE SOVIET UFO, de Philip Mantle y Paul Stonehill)



SUSURROS EN EL ESPACIO

En la Rusia actual sigue habiendo episodios de la exploración soviética del espacio de los que no se habla, Entre estos se encuentran los relatos del denominado «susurro espacial». Un ex cosmonauta (cosmonauta X) reveló parte de la información, pero exigió que su relato fuera anónimo. Recordó que los cosmonautas soviéticos oían rumores acallados sobre el susurro, pero no compartían información específica entre ellos ni se la brindaban a los médicos, puesto que temían ser expulsados del programa espacial. El cosmonauta X y su compañero creían que los rumores no eran más que un mito creado por el primer equipo de cosmonautas soviético para asustar a los novatos. Pero estaban equivocados.

Los cosmonautas estaban a bordo de la nave que volaba sobre el hemisferio sur, cuando oyeron el susurro. El narrador contó que, de repente, sintió como si alguien estuviera a su lado. Tenía la sensación de que un ser invisible clavaba una mirada punzante en su espalda. El cosmonauta no tenía dudas de que alguien lo observaba. Un segundo después, su compañero, el mecánico de vuelo, que estaba mirando por la portilla, se volvió de repente y miró a su alrededor. Ambos eran bastante prosaicos; estaban alejados de cualquier creencia mística. Pero eran muy buenos amigos y se conocían desde mucho antes del entrenamiento en la Ciudad de las Estrellas. Por ese motivo, no temieron comparar sus sensaciones cuando terminó el episodio. Cada uno recibió un mensaje diferente, pero su reacción inicial ante el susurro fue exactamente la misma: ambos quedaron perplejos y enmudecidos. El susurro vino de lo más profundo de la conciencia del cosmonauta X. « ( ...) Llegaste aquí muy temprano y no lo hiciste de la manera indicada. Confía en mí, puesto que soy tu ancestro de tu lado materno. ¿Recuerdas? Ella te contó, cuando eras niño, historias de tu bisabuelo, quien fundó la planta D-s en los montes Urales. Hijito, no deberías estar aquí, vuelve a la Tierra, no violes las leyes del Creador... Hijito, debes regresar, regresa, regresa...».
El susurro también le contó al cosmonauta una historia muy privada, como si hubiese querido demostrar que conocía hechos que solo habían circulado dentro de la familia. La historia se relacionaba con el mismo bisabuelo.


Ambos cosmonautas regresaron a la Tierra dos días después. El susurro se les presentó una vez más. Los mensajes que transmitía eran los mismos que la primera vez, y ambos sintieron la presencia alienígena durante todo el tiempo que estuvieron en órbita.
Los cosmonautas se enfrentaban a un dilema: informar sobre lo sucedido o no. Si lo hacían, su carrera podía terminarse de inmediato. Podían llegar a considerarlos personas impresionables, con una mente demasiado inestable como para realizar más vuelos al espacio. Otros cosmonautas mantenían el episodio del susurro relativamente en secreto; al menos, no lo comunicaban a sus superiores.

El cosmonauta X y su compañero dedicaron horas interminables a intentar determinar qué había sido lo que vivieron. Ambos eran ateos y amantes de la ciencia ficción. Esto los llevó a la conclusión de que la inteligencia alienígena, mediante algún tipo de hipnosis, está decidida a impedir que la humanidad explore el espacio sideral. Para convencer a la humanidad de que sus hijos no tienen alucinaciones en el espacio, presentan datos concretos, datos obtenidos de la exploración de los recuerdos, el subconsciente y el cerebro humanos. ¿Cuánto tiempo llevan estos seres investigando nuestra civilización? Quizá, miles de años.
¿Pero son tan inocentes los alienígenas como para no darse cuenta de que descubriríamos un plan semejante? Entonces, si no fue el susurro de un alienígena, ¿de quién fue? ¿Es posible que los familiares fallecidos hayan visitado realmente a las tropas soviéticas en el espacio? Esta conclusión destrozó las convicciones de los cosmonautas, su ateísmo y su visión del mundo. ¿Quiere decir que hay vida después de la muerte y que la conciencia (no el cuerpo físico) continúa en otras etapas de la existencia? Tiene que haber una jerarquía de etapas, y en la superior estaría el Creador, tal como dijo el bisabuelo del cosmonauta.
El sentido del deber de los cosmonautas les conminó a presentar un informe, pero no le hicieron caso. No obstante, otros cosmonautas que habían oído el susurro sí prepararon informes. Por este motivo, se incorporaron equipos médicos especiales al programa de entrenamiento: médicos hipnotizadores de alto nivel comenzaron a explorar las mentes de los cosmonautas, y la totalidad del programa de entrenamiento de combate sufrió cambios.

El cosmonauta X, quien se retiró tras este episodio, no sabe de qué manera se aborda el tema del susurro actualmente ni a qué conclusiones llegaron los científicos rusos (Press-Extra, número 135, 1997). Sí expresó que su actitud frente a la vida cambió por completo. El espacio sideral está plagado de inteligencia y es mucho más complicado de lo que imaginamos. Nuestro conocimiento actual no es suficiente para comprender la esencia de la mayoría de los procesos que tienen lugar en el universo. Nuestra capacidad sigue siendo limitada. Pero quienes oyeron el susurro tienen algo en claro: el futuro existe y es infinito, tal como lo son el tiempo y el espacio.


Marina Popovich (esposa del cosmonauta Pavel Popovich) es una coronel retirada de la Fuerza Aérea Soviética, ingeniera, y legendaria piloto de pruebas soviética que tiene 107 récords mundiales de aviación establecidas en más de 40 tipos de aeronavesElla es uno de los pilotos más famosos de la historia rusa. Ella también habla sobre sus experiencias con OVNIs en su libro titulado UFO Glasnost (publicado en 2003 en Alemania) y en conferencias públicas y entrevistas. Ella afirma que los pilotos militares y civiles soviéticos han confirmado 3.000 avistamientos de OVNIs y que la Fuerza Aérea Soviética yl a KGB tienen fragmentos de cinco OVNIs estrellados (Crédito: urantia-gaia.info)
FUENTE: http://orbitaceromendoza.blogspot.com.es/2014/07/el-piloto-y-cosmonauta-pavel-popovich-y.html

EL PROGRAMA ESPACIAL  RUSO Y LOS OVNIS

Los ufólogos rusos Valery y Roman Uvarov entrevistaron a Musa Manarov y Gennady Strekalov, dos cosmonautas rusos, para el periódico Anomaliya (número 13, 1996). Los cosmonautas fueron interrogados por la filmación que mostró Marina Popovich ante ufólogos rusos. Manarov había filmado un objeto extraño cuando estuvo en el espacio. El 16 de mayo de 1996, aportó más detalles.

Durante una filmación de rutina de otra nave rusa a través de la portilla para grabar el procedimiento de acople, Manarov apreció un detalle extraño. En la parte inferior de la nave espacial se veía una especie de antena, algo que no debía estar ahí. Este elemento se separó de la nave, pero en esa fase no debía desprenderse ningún componente. Manarov tiene mucha experiencia como cosmonauta y conoce su trabajo. El objeto extraño rotaba; su tamaño era difícil de especificar. No estaba cerca, pero Manarov pudo ver que no se trataba de una tuerca ni nada por el estilo. El elemento desprendido permaneció detrás de la nave. Manarov cree que apareció por detrás de la nave espacial y que esta no lo ocultó de la visión del cosmonauta. El objeto quedó a la vista durante varios minutos. Manarov duda al determinar la naturaleza del objeto filmado: no cree que su tamaño alcanzara el metro. Si hubiese sido más grande, los estadounidenses y los rusos, quienes rastrean los desechos de gran tamaño, hubiesen reaccionado. Manarov sabía que hubiesen perseguido un objeto que se les acercara a tan poca distancia. Sin embargo, hay casos en los que el radar no puede detectar OVNIs.

Manarov reveló información muy interesante sobre el entrenamiento espacial ruso de cosmonautas. Antes de embarcar en un vuelo espacial, había que firmar documentos en los que prometían que ningún vídeo grabado en el espacio se utilizaría en contra de los intereses del Estado o su servicio. Manarov ingresó en el servicio de cosmonautas en 1978, y, hasta ese momento, los OVNIs no se habían mencionado siquiera una vez. Manarov está particularmente interesado en el fenómeno OVNI, pero no participa en ningún tipo de investigación a causa de la gente deshonesta que utiliza el tema con fines malintencionados. En cuanto a los cosmonautas, solo los que son verdaderamente realistas llegan al programa: muy pocos tienden a imaginar cosas o a tener visiones. Manarov nunca tuvo la posibilidad de hablar con astronautas estadounidenses sobre los OVNIs: sencillamente, no había tiempo para eso. Intentó asegurarle al entrevistador que, al menos él, nunca había recibido una advertencia de no revelar secretos sobre los OVNIs, ni tampoco lo habrían matado si lo hubiese hecho.

Terranova

Gennady Strekalov contó que vio fenómenos extraños en varias ocasiones, pero no se decide a etiquetarlos como OVNIs. Sin embargo, sus colegas sí vieron platillos volantes, y por eso los envidia. Strekalov no proporcionó detalles sobre esos avistamientos, pero sí describió el fenómeno que observó en 1990 durante su vuelo: una esfera sobre la isla de Terranova. La atmósfera estaba despejada, y la visibilidad era perfecta. La esfera cambiaba de color y era preciosa. Se vio durante diez segundos y luego desapareció instantáneamente. Strekalov recuerda que su forma era perfecta. Informó del incidente al Centro de Control de Misiones, pero no lo clasificó como un OVNI (los cosmonautas deben tener cuidado, expresó). Gennady Manakov estaba con él y observó el mismo fenómeno. Vladimir Dezhurov vio el otro fenómeno extraño que Strekalov describió en 1995. Nubes con una forma perfecta y bordes regulares, como si alguien las hubiese rallado así a propósito. Manarov también observó estas nubes durante sus vuelos.

Otra de las fuentes de información respetadas sobre observaciones rusas en el espacio es V M. Trankov. En 1995, lo entrevistó el periódico Anomatiya (número 13). En ese momento, como oficial del Centro Coordinador de las Fuerzas Espaciales de Rusia, Trankov reveló que, a través de los años, cuando se encontraba en los controles de los sistemas de comunicación espacial (señales de vídeo televisivas provenientes de cámaras a bordo de las estaciones espaciales) observó fenómenos extraños. Describió vibraciones extrañas, luminiscencias, zonas de niebla cuya densidad aumentaba en el centro, figuras con forma de platillo. Todo esto se grabó en cintas magnéticas, y todos estos materiales se encuentran en los Archivos Centrales de Ciencia Espacial, en Rusia. Además, Trankov mencionó que con frecuencia los cosmonautas también registraban desde el espacio los objetos grabados en los controles de tierra y que todo ese material está guardado. No quiso agregar más detalles. Por otro lado, expresó que no se habían establecido comunicaciones con los Estados Unidos en relación con los fenómenos anómalos, pero que esperaba que esto cambiara. En cuanto a los informes sobre OVNIs, Trankov dijo que los cosmonautas habían presentado varios. En términos generales, Trankov fue muy cauteloso durante la entrevista, pero sí opinó que en la naturaleza existen numerosos fenómenos no identificados, y que algún día los investigadores lograrán estudiarlos. Lamentablemente, en muchas ocasiones no se cuenta con herramientas para realizar las investigaciones necesarias.


LOS OVNIS Y LA MISIÓN FRUSTRADA DE LA NAVE SOYUZ 18-1

Oleg Makarov, cosmonauta, científico, escritor y dos veces condecorado Héroe de la Unión Soviética, falleció en Moscú en el año 2003 a causa de un infarto. El colega con el que realizó dos misiones espaciales, el científico y cosmonauta Vasily Lazarev, falleció en 1990 a causa de una intoxicación etílica.

Los secretos de la misión abortada de la nave Soyuz 18-1 aún no se esclarecieron. Este autor lleva años investigando la historia y obtuvo datos fascinantes sobre la inusual misión de 1975 a la estación Salyut-4.

La bibliografía se refiere a la misión como Soyuz 18-1 (a veces, como Soyuz 18a) dado que la siguiente misión Soyuz (realizada en mayo de 1975) recibió el nombre de Soyuz 18. En la Unión Soviética, se asignaban números solo a las misiones que habían sido exitosas...
Ese año, los soviéticos querían competir con las misiones estadounidenses Skylab y establecer su propio programa de estaciones espaciales. Para la misión Soyuz-1 se seleccionó a los cosmonautas Lazarev y Makarov. Ambos eran personalidades distinguidas. Makarov, graduado en la Universidad Técnica de Moscú Bauman, había trabajado en la Oficina de Diseño Espacial Número Uno bajo la dirección del legendario Sergey Koroliov. Fue elegido como cosmonauta en 1966. Makarov participó en el programa lunar de la Unión Soviética (posteriormente abortado) y se estaba entrenando para vuelos circunlunares. También había formado parte del vuelo espacial Soyuz 12 (1973), del cual Vasily Lazarev fue el comandante de la misión. Esa fue la primera misión soviética tripulada tras la tragedia de Soyuz 11, en la que murieron tres cosmonautas al reingresar en la atmósfera. Makarov y Lazarev regresaron a la Tierra sanos y salvos, después de haber pasado dos días en el espacio. En los años posteriores, Makarov trabajó para la empresa Rocket and Space Corporation Energia (ex Oficina de Diseño Espacial), para la estación espacial MIR y también para el desarrollo del transbordador Buran.

Lazarev, coronel de la Fuerza Aérea soviética, piloto de caza, cirujano y médico, continuó siendo cosmonauta hasta la década de los ochenta, pero no volvió a volar tras el inicio frustrado de la misión Soyuz 18-1, que él había comandado. Eran fuertes esos dos cosmonautas. Y también sabían guardar secretos.

Lanzamiento de cohete desde el Cosmodromo de Baikonur

AVISTAMIENTO DE OVNIS: 5 DE ABRIL DE 1975. UN OVNI EN EL LANZAMIENTO DE BAIKONUR

La nave Vostok-1, la que llevó en su interior al primer viajero espacial del mundo, se había lanzado desde el cosmódromo de Baikonur, el complejo de lanzamientos espaciales en funcionamiento más grande y antiguo del mundo, catorce años antes. Ocurrieron tantas cosas desde aquel entonces... El año 1975 fue importante para la exploración espacial. Durante la mañana del 5 de abril, se realizaban los preparativos para el lanzamiento de la nave Soyuz 18-1. El cielo estaba despejado; los cosmonautas que componían la tripulación se sentían fantásticamente bien. Su misión era llegar a la estación orbital Salyut-4, relevar a los tripulantes Gubayov y Grechko y trabajar en la estación durante sesenta días.

De acuerdo con el coronel soviético retirado Kolchin, respetado autor e investigador con conexiones excepcionales, unos minutos antes del lanzamiento de la nave Soyuz 18-1, el teniente coronel V. Ilyin advirtió cómo un objeto cruciforme de un color grisáceo transparente sobrevolaba la zona de lanzamiento a gran altitud en el cielo. Mientras miraba el peculiar objeto con su chófer, se lanzó el cohete. El oficial recordó que el cielo en Kazajistán suele estar despejado unos doscientos setenta días al año, por lo que podía ver claramente todas las fases de los vuelos de cohetes. A los ciento veinte segundos, los bokovushki («propulsores») se separaron como debía suceder y volaron hacia los costados, como si formaran una cruz. El teniente coronel recordó que, después de eso, se podía ver (sin ningún tipo de artefacto óptico) una mancha luminosa: se trataba del motor que estaba funcionando. Después, la mancha también desapareció. A los ciento cincuenta segundos, se separó la golovnoy obtekatel («cabeza»). Sin embargo, esta vez, después de que se separaran los bokovushki, el cohete siguió una trayectoria muy extraña que se pudo distinguir claramente por su rastro de humo.

Los problemas se desencadenaron a los pocos minutos del inicio del vuelo, en la separación del cohete que impulsaba la nave Soyuz. Ilyin recordó la cruz grisácea que había visto en el cenit. Pero el objeto ya no estaba ahí. Su chófer, Gena, confirmó que él también la había visto.

VIadimir Ajaja, ufólogo ilustre de Rusia, menciona este episodio en su libro Inaya Zhizn' (Moscú, 1998). Además, agrega que probablemente nunca sepamos si el infausto OVNI tuvo algo que ver con el fracaso de la misión.

Sin embargo, existen otras cuestiones relacionadas con esta desgraciada misión que tal vez nunca podamos descubrir.

UN VUELO CONDENADO AL FRACASO

Los cuatro cohetes propulsores montados a la nave se separaron en primer lugar, después lo hizo la cabeza y, por último, el cohete de escape. A los 261 segundos del despegue, llegó el momento en que la tercera fase debía desprenderse de la segunda. Fue en ese instante que los cosmonautas sufrieron un balanceo violento, seguido de una sirena ruidosa y una luz roja de advertencia por avariya nositelya («fallo del propulsor») en el tablero de mando. La fase inferior se había separado solo parcialmente (la tercera se había encendido a tiempo), por lo que se corría el riesgo de que la nave espacial terminara estrellada en la taiga. La tripulación envió pedidos reiterados al control de la misión para iniciar la secuencia de cancelación.



Finalmente, la nave Soyuz 18-1 se separó del propulsor caprichoso. Entonces, el motor principal de la nave espacial se activó y arrancó sin problemas. El módulo de descenso de la nave se separó del resto del Soyuz a cierta altitud. Siguiendo una trayectoria balística, Lazarev y Makarov sufrieron un horroroso reingreso a gravedad 20 (el doble de la gravedad normal). Los cosmonautas seguramente sufrieron lesiones a causa de esto. Pero luego las fuerzas de desaceleración disminuyeron, y el sistema de paracaídas de su nave se activó, así como los cohetes para aterrizaje suave. De esta manera, el módulo de comando de la nave Soyuz, con su tripulación exhausta, se separó del propulsor y, tras caer vertiginosamente en la Tierra, se detuvo en la ladera de una de las montañas de Altái.

De acuerdo con Ajaja (y con el informe oficial), el vuelo suborbital duró veintiún minutos y veintisiete segundos, alcanzó una altitud de 192 kilómetros y recorrió un total de 1574 kilómetros.

LA INFORMACIÓN DE VADIM ILYIN

El periodista ruso Vadim Ilyin (se presume que no tiene parentesco con el teniente coronel Ilyin, mencionado anteriormente) publicó un artículo en el número 16 de NLO, una conocida revista de San Petersburgo, en el año 2004. El título: «Kosmonavtov spas NLO» (Cosmonautas rescatados por un OVNI). El periodista afirmaba revelar en su nota información desconocida hasta ese momento.

Vadim Ilyin afirmó que a los doscientos sesenta segundos de vuelo, la voz de P. Klimuk -el operador de comunicaciones de la estación de control de la misión-se cortó, y la tripulación oyó por un instante interferencias ruidosas y luego nuevamente la voz de Klimuk, pero esta vez con un tono débil. Era como si alguien -o algo-intentara imitar el lenguaje humano con poco éxito. Los cosmonautas pensaron que esos ruidos podían deberse a un ordenador que intentaba transmitir información mediante el uso de cuerdas vocales. No pudieron comprender el contenido de la transmisión. Unos segundos después, oyeron la sirena y vieron la luz de advertencia en el tablero de mando...

Según Vadim Ilyin, los cosmonautas volvieron a escuchar los mismos ruidos extraños a los doscientos setenta segundos de vuelo. Las comunicaciones con el centro de control a veces eran normales y otras veces se cortaban. Después, percibieron el sonido de una imitación torpe de voz humana. No pudieron comprender el sentido de la transmisión y se preguntaron cómo era posible que un extraño se pudiera conectar al canal de comunicación por radio destinado exclusivamente al uso de los tripulantes y del centro de control de la misión.



LA ZONA DE ATERRIZAJE

Hubo muchos interrogantes en cuanto al lugar exacto en el que descendieron los cosmonautas. Fue cerca de la ciudad de Gorno-Altaisk (a 1600 kilómetros de Baikonur), no muy lejos del límite con la China comunista. Los cosmonautas (de acuerdo con ciertas fuentes de información) creyeron que habían descendido dentro de China, que en ese momento era un adversario de su país. Al abrir la escotilla, se encontraron rodeados por un paisaje cubierto de nieve y que su cápsula estaba sostenida por un paracaídas (atrapado en un árbol según algunas fuentes y en un saliente de roca, según otras) sobre un barranco de entre quinientos y seiscientos metros de profundidad. Makarov logró establecer su ubicación y calculó que habían aterrizado en la cordillera de Altái (a unos dos mil kilómetros de Baikonur). Según algunas fuentes, para asegurarse de que sus secretos no se convirtieran en un premio para la China comunista, él y Lazarev quemaron la documentación del vuelo. Los cosmonautas, a pesar de que todavía sentían las consecuencias del aterrizaje, se las arreglaron para salir a gatas al exterior. Vadim Ilyin comentó que estaban tan agotados que no podían moverse. Después de un rato, lograron ponerse en movimiento. Se vistieron con su ropa normal y, tras quemar los documentos, activaron la señal de socorro. Anduvieron a gatas por la nieve profunda, juntaron algunas ramas y encendieron una fogata. Esa noche, la temperatura llegó a estar bajo cero.

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*(El encuentro del Presidente de EE.UU. Jimmy Carter con los extraterrestres, narrado en el libro Los grandes contactados, de Manuel Navas Arcos)


Los objetos cambiaban de color justamente delante nuestro y volaban en zig‑zag en el cielo. Estaba asombrado porque nunca habría creído en nada parecido, ahora lo sé, no estamos solos...

JIMMY CÁRTER

La revista Das Neue Zeitalternl n°‑ 40, Octubre de 1.978 revela:
El Presidente de los Estados Unidos ha visitado un OVNI. Información exclusiva de George V. Jacobi.
¿Por qué el Presidente de los Estados Unidos guarda silencio sobre cuanto concier­ne a su aventura?. Los extraterrestres han hablado con él. La opinión pública tiene el derecho a ser informada. Jimmy Carter ha sido huesped de un OVNI.
Por esta razón, un agente secreto de seguridad habla sobre el Presidente ameri­cano. Su conciencia le ha llevado (él, que a causa de su trabajo se encontraba en uno de los sitios más próximos al Presidente Jimmy Carter) a revelar, a su modo, los hechos.
El Presidente no le había confiado nada directamente. ¡No!. Este hombre había reunido él solo las piezas del caso, a través de insinuaciones y trozos de conversacio­nes, estando presente o por teléfono; hasta que el caso ha tomado forma, pieza a pieza, formando un gran conjunto.
Pero no podía guardar ese secreto para sí. Sabía que no podía dirigirse a un gran periódico. El agente se dirigió entonces al redactor jefe de una conocida revista americana que está siempre bien informada sobre este tema.
Durante una conversación personal con el redactor, pudo convencer a su interlo­cutor sobre la autenticidad de su caso, esto es, que el Presidente de los Estados Unidos, y como él Eisenhower (esto no lo sabía el agente), habían visitado un OVNI.


El Presidente de EE.UU. Jimmy Carter
He aquí la declaración:

Hacia la mitad de Octubre de 1.977, yo y mi compañero, que nos encontrábamos siempre muy próximos al Presidente, notamos que había cambiado. Sus ojos, que estaban siempre brillantes, estaban a menudo como ausentes, y contrariamente a su costumbre de sonreir y decirnos cosas agradables, pasaba sin prestarnos atención, como si algo le pesase mucho.

En un primer momento creí que tuviera preocupaciones políticas: soviéticos, chinos, Israel, Arabia ...Pero justamente entonces descubrí la verdadera razón: ¡SE TRATABA DE UN ENCUENTRO CON SERES DE OTROS PLANETA!. Y a partir de aquel momento estuve atento; prestaba atención a cada palabra que pronunciaba el Presidente, cada vez que estaba de servicio.
Un día el Ministro de Asuntos Exteriores, Vance, estaba con él y la puerta estaba entreabierta. Oí al Presidente que decía: ¿Qué debemos hacer con todo esto?. Y Vance respondió: Puede ser que la opinión pública esté bastante madura para saber. No podemos mantener estas cosas secretas por más tiempo.

El Presidente dudaba en responder: Lo sé ...pero el Pentágono tiene miedo a la reacción de la opinión pública, temen el pánico. He intentado muchas veces conven­cerles de que todos tienen el derecho de saber lo que sucede y pido que esto se haga. Los he visto yo mismo y el encuentro del mes pasado lo ha confirmado nuevamente.
Al principio no comprendía lo que quería decir Carter con la frase: El encuentro del mes pasado, ¿a quién podía haber visto con sus propios ojos?...Quería descubrir­lo a toda costa, y lo descubrí.

Algunos días más tarde estuve nuevamente presente mientras telefoneaba a alguien. Hablaba a través de un número especial empleado únicamente para importantes asuntos de Estado.
¿Dónde han sido vistos los OVNIS?, preguntó, ¿Podría hacer verificar los infor­mes de la NASA?. De otro modo podrían escapar a nuestro control.
Durante los 10 o 13 minutos que siguieron, oí a Carter hablar de su aventura privada: ¡Eran reales, no hay duda!, decía, y había otros tres. Los objetos cambia­ban de color justamente delante nuestro y volaban en zig‑zag en el cielo. Estaba asombrado porque nunca habría creído en nada parecido, ahora lo sé, no estamos solos...



El Presidente decía esto en un tono muy excitado, Nunca le había oído así. Y todas las tardes, Carter discutía con su Jefe de Prensa, Jody Powell sobre este asunto. Le pidió que ocultara el mayor tiempo posible estas cosas a la prensa. Sé que quieren saber la verdad sobre los OVNIS: Les he pedido abrir una oficina que pueda tener constantemente al corriente a la opinión pública y puede darse que la nueva película Encuentros cercanos del tercer tipo, les ayude a desmantelar la política de silencio del Pentágono. En todo caso así lo espero. Lo que supe después me traumatizó de tal modo que tuve que deshacerme de ello a toda costa porque me pesaba de manera insoportable. Es por esto que he venido a su redacción, ya que los grandes periódicos no me creerían y me hundirían, y entonces, ¡se acabó todo!. ¡La prisión sería lo mínimo que podría sucederme!.

Carter contó a Powell cómo le telefonearon a su oficina, una noche muy tarde: Este número es conocido por pocas personas y por esto sabía que era algo importante. La voz, sin decir su nombre, me pidió una cita. Luego la persona me recordó hechos de mi juventud que nadie podía conocer. Me parecía que leyese mis pensamientos y sabía que rezaba todas las noches.
Nosotros consideramos necesario, me dijo, señor Presidente, un encuentro perso­nal con usted, que concierne al bienestar de todo el planeta.

Jody, puede que esto te parezca cosa de locos, pero aquella voz pertenecía a alguien de otro planeta.
Yo lo sentía claramente desde el inicio de nuestra conversación, y por esto seguía las instrucciones para verles en un lugar del desierto próximo a la Base Andrew Aier Force.
Inmediatamente después pedí un coche y partí con dos hombres hacia el lugar indicado: La noche era clara y tras algunos minutos de espera vi al norte una luz intensa que se acercaba cada, vez más y finalmente fluctuó encima de nosotros. Vimos entonces que era un OVNI como los que habían sido fotografiados miles de veces.


Bajé del coche y dije a los dos acompañantes que todo estaba bien. No tenía el menor miedo y me sentía magníficamente.

Después oímos un zumbido, y del interior del OVNI apareció una abertura. De ella salió un rayo de luz que me tocó en la espalda y yo sentí mucho calor, y de repente me hallé en el interior del platillo, en una estancia redonda.

Había hombres alrededor de una gran mesa: Uno de ellos, aparentemente su Jefe, se me acercó y me puso la mano sobre la espalda como en señal de amistad. Te saludamos como nuestro igual, decía el extraterrestre con un tono metálico en la voz. Desde hace muchos años te observamos minuciosamente y nosotros creemos que tú puedes convencer a la gente de nuestra realidad. Ha llegado el tiempo en el que la Humanidad de la Tierra tome Conciencia de nuestra existencia porque esto es esencial para vosotros. Si no paráis enseguida la preparación de guerras en todas partes, vuestro planeta podrá ser completamente aniquilado. Pronto será demasiado tarde y entonces todas las posibilidades de salvar la Tierra se perderán. Tú eres el primero en saber realmente lo que ocurre. Por este motivo no dudes mucho más tiempo en revelar la verdad.

Carter confió también a Jody que en los 12‑15 meses siguientes habría un acontecimiento especial en relación con los OVNIS, con la intención de convencer final­mente al mundo de la existencia real de humanidades extraterrestres. No sé qué sucederá, pero será bueno porque ya no podemos tener mucho más tiempo esto en secreto, resulta demasiado difícil.

Aquí acaba el relato del agente del FBI. A la pregunta de si Carter haría público su relato, respondió:
Estoy seguro de que lo hará de muy buena gana porque no querrá guardar nin­gún secreto a la opinión pública, que tiene derecho a la información.

Desgraciadamente no fue así. Pues desde su cúpula presidencial Jimmy Carter no quiso o no pudo revelar al mundo la realidad extraterrestre.


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