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martes, 19 de febrero de 2013

La muerte de un extraterreste: El Momento Final

La muerte de un extraterrestre: El Momento Final 



Todos nosotros hemos reflexionado alguna vez sobre la muerte,  sin darnos cuenta que es una condición implícita de la propia vida. Del mismo modo es necesario poseer cierta consciencia sobre  nuestra existencia para elaborar cuestiones “metafísicas” ó “existenciales” : La vida dentro de un cuerpo material es limitada y buscamos por ello, de cualquier modo, respuestas a la eterna cuestión del “otro lado” y del final de nuestros días en este planeta, la Tierra. En otros lugares de esta y otras Galaxias, seres inteligentes ya se habrán planteado estas mismas inquietudes y tal vez hayan encontrado alguna respuesta que les de serenidad en su camino espiritual.



Si miramos en una noche estrellada sentimos lo inconmensurable de la Creación y algo nos dice que todos nosotros formamos parte de esa maravilla que se muestra frente a nuestros ojos. Así, en cualquier otro punto, en otros Sistemas Estelares, seres también conscientes estarán observando ahora el Universo y percibirán como “un todo” lo que se muestra ante sus ojos sin importar las distancias, los años-luz que separen a unos seres de los otros, ni tampoco su aspecto exterior, si a fin de cuentas todos perseguimos las mismas respuestas, en este caso, aquello que llega cuando la vida desaparece. De igual modo también servirían otras cuestiones, tales como: ¿Cual es “el origen de la vida” y de su “Creador”?.



Sabemos por muchos testimonios de contactados, que esos seres que visitan la Tierra, son en su mayoría  mucho más evolucionados que nosotros (exceptuando por supuesto, las razas regresivas) y no podía dejar pasar por alto como enfocarían, los extraterrestres, ese momento final de la existencia. Ellos hacen mención de forma recurrente a la reencarnación afirmando la necesidad de que el alma sea capaz de alcanzar cierta perfección  y llegado a ese estado elevado,  poseer la capacidad de elegir los cuerpos donde encarnarse así como  recordar vidas anteriores. De este modo, la idea que nos habrían inculcado ciertas religiones sobre un Cielo o Paraíso inmutable y eterno, donde las almas bondadosas disfrutarían de toda una eternidad sería incorrecta,  ya que nos moveríamos en un ciclo de vida-muerte necesario para lograr una cierta perfección del alma/espíritu capaz de  “comprender” la propia creación.

En esta ocasión he traído dos pequeños relatos donde se trata el momento final de seres extraterrestres: Uno ocurrido en Corona, Texas donde se estrello un OVNI dándose “santa sepultura” al tripulante de la nave y el otro, ocurrido en un bosque de Vasternorrland,  Suecia,  cuando también otra nave sufrió un accidente con graves consecuencias para uno de los seres de las estrellas.


Revista Año Cero, Nº 02-271




El caso Aurora, conocido también como “el Roswell de Texas”, es sin duda uno de los más interesantes, puesto que tuvo lugar en 1897, años antes de que la aviación “echase a volar”. Ocurrió el 19 de Abril en la localidad texana Aurora. Dos días después, el periódico The Dallas Morning News publicaba un reportaje de su periodista S. E. Haydon, retratando que un gran número de testigos había visto como una aeronave sobrevolaba Aurora, para estrellarse inmediatamente después contra un molino de viento. Entre los restos, yacía el cuerpo de un pequeño ser sin vida que, pese a los daños sufridos, era evidente que no pertenecía a la Tierra.




Haydon recogió el testimonio de T. J. Weems, responsable en la zona del Servicio de Señales del Ejercito de EEUU y experto en astronomía, quien se mostró convencido de que dicho humanoide provenía de Marte. Junto a este encontraron una serie de documentos escritos con ininteligibles jeroglíficos. El reportero también informaba de que la nave se encontraba en tan mal estado, que era imposible siquiera formular una hipótesis sobre su origen. Según los testigos presenciales, los fragmentos del objeto volador, esparcidos por el lugar, semejaban una mezcla de aluminio y plata. El artículo de Haydon terminaba con la siguiente frase: “El funeral por el piloto tendrá lugar a mediodía de mañana”. Así se hizo, y el cuerpo del desdichado tripulante fue enterrado en el cementerio de Aurora.


Tumba del Extraterrestre, Cementerio de Aurora, Texas


INVESTIGACIONES RECIENTES

De lo que no caben dudas es que en 1887 un objeto se estrelló en las tierras que del juez Proctor tenía en Aurora. Fueron varios los testigos que contemplaron el incidente, como Charlie Steven, de diez años, que estaba trabajando cuando vio como un OVNI impactaba contra el suelo. Recientemente, un grupo de investigadores inspecciono el terreno donde se produjo el impacto, hallando unas extrañas piezas metálicas. Un árbol contra el que supuestamente chocó el No Identificado, presenta una zona extrañamente seca, y se han medido altos niveles de metal en su corteza. En 2008 salieron a la luz nuevos y concluyentes datos. El equipo del programa de televisión Ufo Hunters localizó un pozo al que ningún otro investigador había accedido antes. Aquellas tierras –que en 1897 pertenecían al juez Proctor- fueron adquiridas a mediados del siglo XX  por Brawley Oates, quien limpio el foso porque presentaba restos de piezas metálicas. De hecho se sabe que algunos restos de la aeronave estrellada fueron abandonados en dicha perforación. En 1957, Brawley desarrollo una reumatitis severa,  convencido de que el agua del pozo había sido la causa de su enfermedad, acabó sellándolo.
Los reporteros de UFO Hunters quitarón el precinto, llevándose una grata sorpresa. Encontraron los soportes de una estructura que años atrás había servido de sujeción a un molino. Tras tomar muestras del liquido elemento, las llevaron a analizar a un laboratorio. Los resultados mostraron que presentaba una altísimo nivel de aluminio, dato que corroboraba que, sin duda, tuvo que estar en contacto con “algo” metálico. Estas evidencias sirvieron, al menos, para demostrar que alguna clase de objeto volador se estrello en Aurora.

UN EXTRATERRESTE EN EL CEMENTERIO


Cementerio de Aurora, Texas

Si las autoridades consintieran la exhumación del cuerpo del presunto extraterrestre para su análisis, el principal interrogante podría resolverse. Pero hasta el momento nadie ha obtenido los permisos necesarios. De hecho, la conocida como “tumba del alienígena” siempre ha estado rodeada de un halo de misterio. En la década de los 70 del siglo XX, varios investigadores de la MUFON –la más importante asociación ufológica del mundo- visitaron el cementerio de Aurora, localizando la enigmática tumba, bastante deteriorada, de pequeñas dimensiones y con un grabado que parecía un platillo volante. En la misma destacaba una placa en la que se podía leer: “Este sepulcro es conocido por la leyenda según la cual una aeronave se estrelló en 1897 y el piloto, muerto en el accidente, fue enterrado aquí mismo”.

Los ufólogos pidieron los pertinentes permisos para exhumar el cuerpo, pero les fueron denegados. Optaron entonces por pasar un detector de metales sobre la tumba, que comenzó a pitar, prueba de que bajo tierra había algo metálico. Los investigadores regresaron unos días después, comprobando, con gran sorpresa que la lapida había sido retirara y que alguien había introducido unos tubos hasta llegar a los restos mortales del supuesto extraterrestre, presumiblemente para retirar las piezas metálicas detectadas por los investigadores. De hecho utilizaron de nuevo el localizador de metales, pero esta vez no detecto nada.
En 2007, tras una serie de cálculos basados en imágenes de años anteriores y después de prospectar el terreno con un georadar, se concluyó que, efectivamente, bajo la lapida había una tumba. Otra cosa es que realmente contuviera los restos de un ser de otro planeta. Los fragmentos metálicos recogidos en la zona del impacto fueron examinados en varios laboratorios. Todos llegaron a la misma conclusión: los trozos de la aeronave se habían fundido y, posteriormente, enfriado al aire libre. Su composición era en un 95% aluminio y en un 5% hierro. Sin duda, como apuntaron los científicos, una aleación muy extraña a finales de 1897. No caben dudas de que el incidente fue real, aunque para desentrañar definitivamente el misterio, habría que analizar el cuerpo de su piloto.



Página 67  Los grandes contactados, de Manuel Navas Arcos

AGONIA DE UN EXTRATERRESTRE.

Antes de nada, me gustaría hacer una pequeña introducción al tema de la muerte. Para posteriormente transcribirles un caso insólito y poco conocido dentro de la temática extraterrestre, como es: la agonía y muerte de un extraterrestre.
La muerte, es esa vieja amiga de los hombres que termina por visitar a cada uno de los seres vivos que pueblan este planeta. Ciertamente es un compañero incómodo pero infalible. Antes o después debemos acercarnos a la comprensión de esta realidad.
Hablar de la muerte como un fin total de la existencia no es correcto, si tenemos en cuenta la tradición hablada y escrita de todas las doctrinas y corrientes filosóficas del orbe; todos en mayor o menor medida, creen en la eternidad del Alma. Es decir, después de abandonar el cuerpo en la Tierra, el Alma viaja a las regiones de lo imponderable para rendir tributo al Espíritu. Es en este Alma donde se almacena toda la experimentación de esta vida por dejar y se compara con las anteriores una vez que se ha dado el plano de fusión con el Espíritu que siempre nos espera y que siempre nos obliga a retornar con otras experiencias y otras vicisitudes a cual más particulares y extrañas.


Recreación de Cambio Dimensional

El morir en esta dimensión viene a significar el nacer en la otra, y el morir en la otra, significa que nacemos en ésta. Es siempre en el eterno ir y venir como aprendemos y almacenamos cada vez más, un mejor y más abundante conocimiento.

En la práctica, queramos o no, cuando un ser querido se nos muere derramamos lágrimas y preguntamos al cielo el porqué de esa marcha. Nadie se resigna a perder al ser amado y menos cuando no se sabe dónde estará y qué haremos con el recuerdo del que ha partido. Por otra parte, en los pueblos de gentes sencillas se repite el dicho sarcástico: ¡Nadie ha vuelto para contárnoslo!...y es que el mundo de las respuestas suele ser un desierto estéril en la imaginación de los que desean penetrar en el conocimiento.


Recreación de Paso Al Otro Lado de la Vida


Sólo se puede afrontar el dilema de la muerte, desde la perfecta comprensión de la premisa necesaria y anterior: la vida. Si no entendemos y valoramos ésta, mal podemos comprender la muerte.

Existir es ser consciente de la realidad espiritual o deidad que todo hombre lleva dentro de sí. El Espíritu vive en muchas formas y en muchos espacios diversos; una vez se viste de materia, otra de aparente quietud, otra de ida, otra de regreso etc...
Ahora bien...¿Cómo muere un extraterrestre?..¿Cuál es la concepción de la muerte para él? ¿Cómo se comportan ante esta realidad?...Las respuestas las vamos a encontrar en el siguiente relato que es uno de los más bellos que he podido leer y comprender.

La revista UFO nachrichten (Alemania) nos lo cuenta así:



En cierta ocasión vi y hablé con un hombre de esos que ustedes muestran en estas diapositivas. En 1.955 yo era trabajador forestal en Bottenviken, Vasternorrland, con unos hermanos que proveían de madera un aserrador del centro de Suecia.

Vasternorrland, Suecia

A primeras horas de una mañana de Julio, cuando estábamos muy ocupados en la tala de árboles, oímos de pronto un ruido crepitante, como cuando un animal se abre paso entre la maleza. En ese mismo instante vimos un objeto en forma de cigarro que, zigzagueando, volaba hacia las copas de los árboles. La primera idea que tuve, fue que se trataba de una avioneta que había perdido las alas y que quería intentar un aterrizaje forzoso. A unos 300 o 400 metros de nosotros, discurría un río, y era evidente que aquel objeto tomaba rumbo hacia él. Los tres sabíamos que en los siguientes segundos el objeto se estrellaría, por lo que iniciamos una carrera en la misma dirección de su vuelo. A unos 15 o 20 metros antes de que saliéramos del bosque, vimos como el objeto caía en el descampado, a sólo unos 30 metros del río.



Ya no recuerdo qué había esperado; acaso un estruendo ensordecedor, cuando el tanque de gasolina chocara contra el suelo. Pero no hubo ruido alguno. Pero sí una potentísima luz que iluminó toda la zona como un rayo gigantesco, tan fuerte que llegó casi a empalidecer la luz solar. Tan potente era esa luz, que de hecho pudimos ver a través de los árboles. Durante un breve instante fui capaz de contemplar los anillos anuales de un árbol de casi 1 metro de diámetro como si me hallara ante una radiografía. A los pocos segundos una especie de ola succionadora, atrajo todo hacia el punto luminoso. Los tres fuimos arrojados hacia adelante, al tiempo que la hojarasca y las ramas volaban a nuestro alrededor. Es posible que todo esto durara sólo una fracción de segundo, pero todavía recuerdo cómo fui arrojado contra un árbol. El tiempo parecía estar parado, y todos los acontecimientos de mi vida fueron desfilando ante mi mente. Incluso los ruidos naturales del bosque habían desapare­cido. Cuando de nuevo habíamos vuelto en nosotros, nos encaminamos hacia el punto en el cual se había producido el extraño fenómeno. En el lugar del choque no podía verse nada, excepto unos cuantos montones de tablas dispersas, llevadas allí por el viento. Estuvimos muy confusos y decidimos regresar a nuestro trabajo.




Llegados al borde del bosque, uno de los hermanos exclamó de pronto: ¡Aquí hay un enano uniformado!. Parece ser que el aparato se había estrellado en el río, despidiendo al enano. Durante un buen rato no supimos qué hacer, limitándonos a mirar a aquel ser inmóvil. Era de estatura reducida, entre 110 y 120 cm., y su cuerpo entero estaba rodeado de una luz blancuzca, como un aura. Cuando uno de los hermanos quiso colocar la mano sobre él, la retiró con rapidez prorrumpiendo en gritos. Completamente pálido, dijo que le había parecido recibir una descarga eléctrica de varios cientos de voltios. En aquel mismo instante el extraño abrió los ojos y dijo en perfecto sueco: No me toquéis, pues recibiríais una impresión muy desagradable. Su sueco era tan puro que los hermanos, quienes hablaban un dialecto muy marcado. poco entendieron lo que decía.

Ahora sabéis quién soy, dijo el enano. Ya sabía de antemano qué íbamos a contestar nosotros y sólo constató que su pregunta había sido bien entendida. Se mostró muy asombrado. De pronto me tranquilicé y comencé a contemplarlo con todo detalle. No se trataba de un enano. Su cuerpo era muy armónico, con espaldas anchas y formas normales. Su tez era amarillenta, como la de un asiático. Los ojos eran negros, hundidos, sin blanco. Su rostro mostraba los efectos de la caída, con unas grandes heridas en los pómulos y en la frente. No sangraba, pero la piel mostraba un aspecto acuoso en las heridas. El cabello era casi blanco. Los lóbulos de las orejas estaban unidos al cuello, mostrando similitud con las aletas de los tiburones. Los labios eran delgados, con pliegues e incoloros. Cuando sonreía, lo cual hacia con frecuencia, podían verse dientes delgados en ambas mandíbulas. Pude comprobar que el lugar de los colmillos lo ocupaban unos dientes planos de tamaño de dos de nuestros incisivos. Tenía manos pequeñas, provistas de cinco dedos delgados, y cuando las movía, parecía cómo si el dedo anular estuviera unido al meñique. El uniforme del hombrecillo estaba formado por un metal rojizo, completamente amol­dado al cuerpo, como si se tratara de un mono. La cabeza y las manos no estaban cubiertos, pero en los pies la vestimenta se convertía en unos zapatos ocultos de talla 35 a 37. Las suelas eran onduladas y vibraban, haciéndome pensar por un instante en las cadenas de un tanque.

El extraño me miró y asintió ligeramente con la cabeza. Estaba claro en qué estaba pensando. Con ayuda de sus zapatos podía rodar delante o detrás sin tener que mover las piernas. En torno a la cintura tenía un cinturón metálico luminoso, con una hebilla descomunal, que lucía en tono débilmente azul, que más tarde cuando murió­se transformó en un azul oscuro. Y en el centro de la hebilla había un signo en oro con las letras UV donde la V aparecía encallada en la U:
El sabía que yo le estaba estudiando y me dijo: Gracias a mi vestimenta todavía me encuentro con vida.

Entonces su mano derecha desapareció en el uniforme, sin bien no pude descubrir ningún bolsillo. Sacó de allí un objeto rectangular, de tamaño de una caja de cerillas y provisto de 12 pequeños hoyos. Con un punzón metálico sujeto al citado objeto, presionó repetidas veces en diferentes hoyos. Cuando acabó con esta operación, intentó arrojar el objeto a cierta distancia de donde se encontraba echado.
No lo toques, me advirtió sonriente, pues anunciará a mis amigos lo ocurrido, de forma que no tendrán que buscarme. Allí de donde procedo hay también alguien que espera. El extraño individuo permaneció durante un rato como si estuviera durmien­do. Sus manos estaban entrelazadas y era evidente que estaba sufriendo fuertes dolores. De repente los hermanos se mostraron muy azorados y, sin decir nada, regresaron al bosque. Más tarde, pasados ya varios años, al reconstruir los hechos, llegué al convencimiento de que el extraño había rogado, de algún modo desconocido para mí, para que se alejaran los hermanos. Así pues, quedé yo sólo y pude charlar con el extraño por espacio de dos horas, antes que muriera.


Constelación del Aguila

El testigo no nos quiso narrar en detalle todo cuanto discutió a lo largo de aquellas dos horas. Le rogué varias veces que lo hiciera, pero en vano. Sólo pude enterarme de aspectos fragmentarios. El extraño procedía de un lugar en las proximidades de la Constelación del Águila (en la cual se encuentra la estrella Altaír, de primera magnitud). Existen diversas inteligencias procedentes del espacio que visitan nuestro planeta, y algunas han llegado a tal punto de desarrollo, que nosotros sólo podemos ver a estos individuos cuando se materializan y desmaterializan para visitar un Universo paralelo en la Tierra.
Algunos de estos visitantes se ocupante vigilar a los humanos, cosa que ya hacen desde varios miles de años. Otros visitantes toman pruebas de la Tierra, con el fin de establecerse más tarde en ella. Y un tercer grupo de visitantes está en contacto con los humanos desde hace ya algunos siglos.


Altair
Todos estos datos se parecen a otros casos ya comunicados y parecen muy interesantes. Claro que habría sido importante obtener más detalles a cerca de ellos.
El testigo siguió diciéndome que. poco antes de que aquel extraño ser muriera, saco de su invisible bolsillo un saco plegado y se lo entregó con estas palabras.
Cuando yo muera, desaparecerá la luz de mi cuerpo. Entonces deberás colocarme dentro de este saco y junto con los otros dos hombres me llevareis al río, donde desapareceré. A continuación os lavareis a fondo con agua para que no quedéis contaminados.
Respiró con bastante dificultad, y comprendí que ya no viviría mucho tiempo. La luz a su alrededor se iba extinguiendo, hasta desaparecer dentro del uniforme. Al mismo tiempo, la hebilla azul celeste de su cinturón iba oscureciéndose gradualmen­te.
Me miró unos instantes y sonrío. Entonces dijo algo en una lengua que no había oído nunca, ni antes ni después. Pero de repente volvió a hablar en sueco, y pude entender sus últimas palabras:
Tú has venido sin quererlo, y tú te vas en contra de tu voluntad. Nuestra vida es como una niebla...
Todavía dijo algunas palabras más, pero ya débilmente, que no pude entenderlas.
Estoy convencido de que rezaba a su Dios antes de morir. Aquello me conmovió.



Con ayuda de los dos hermanos logramos meterlo en el saco y lo llevamos al río. El saco olía a azufre y producía dolor en nuestras manos, que parecían no tener piel. Pesaba bastante. entre 90 y 100 kilos. Cuando el saco tocó el agua, todo comenzó a hervir y del fondo salieron burbujas. Comprendimos que se estaba produciendo un proceso químico. Al cabo de cinco minutos ya no se veía nada. Estuve reflexionando que, si el extraño había querido arrojarse al agua, había tenido mala suerte al estar obligado a permanecer durante unas horas moribundo en el suelo, mientras yo le planteaba preguntas incómodas. A buen seguro habría preferido morir solitario, pensando en su hogar, allí en el espacio, a varios años luz de distancia.
Esto fue todo, concluyó el testigo. Todavía seguí durante unos años con los hermanos, pero pocas veces hablamos acerca de lo acontecido, aunque creo que cada uno de nosotros pensaba a diario en ello. Ahora los hermanos están muertos y yo recuerdo todavía aquello como si hubiera ocurrido ayer mismos. A pesar de que sucedió hace 22 años, he reconocido a primera vista a aquel extraño ser en una de las diapositivas que Vdes. han mostrado a aquí. Hasta ahora creí que yo era el único que conocía a extraterrestres de este tipo. En el curso de los años he visto muchas fotos y dibujos de visitantes del espacio. pero nunca vi algo que se pareciera al que yo había visto.
El testigo me mostró una pieza metálica. Parecía una larga aguja. Ante mi mirada atónita me dijo: Pocos días después de aquello acudí al lugar donde había estado tendido el extraño. El objeto rectangular había desaparecido, pero todavía seguía allí el punzón brillando en la hierba. Lo tomé como prueba de que no se trataba de un sueño.

El testigo dio media vuelta y se alejó de allí, desapareciendo pronto entre la multitud. Un hombre anónimo, que con su historia y su punzón podría aparecer en los titulares de la prensa de todo el mundo. Creo que, puesto que el acontecimiento es real, es posible mantenerlo en secreto durante largos años. Un psicólogo analizaría a buen seguro que fue la diapositiva la que actuó como reactivo para que el hombre que tantos años había mantenido en secreto su aventura por temor a ser considerado un loco, la diera por fin a conocer.
Insólito y conmovedor el relato de este contacto. En el poder ver como este extraterrestre se enfrenta al fenómeno de su partida con una naturalidad pasmosa y con un amor hacia sí mismo y hacia sus hermanos que le habían enviado en misión a nuestro planeta. Se muere poco a poco, pero su ánimo se redimensiona en una absoluta trascendencia, y con un gesto poderoso, da las últimas instrucciones al testigo que nos cuenta la historia. Es consciente de su misión hasta el final y cumple su deber por encima del hecho de su realidad vital.
Lo importante es que sus hermanos del espacio sepan lo que ha pasado y como segundo término, su marcha hacia las regiones del Infinito. No existe por tanto ningún trauma en todo el hecho, ningún sobresalto; sólo una auténtica consciencia que le hace vivir segundo a segundo otra forma de realidad con la cual ya contaba antes de venir a este mundo.



lunes, 11 de febrero de 2013

Una Sociedad Extraterrestre


Una Sociedad Extraterrestre



Viendo esas naves de luz surcar los cielos, siempre me asaltan las mismas preguntas: Los tripulantes... ¿Cuál es su forma de vida? y en sus planetas… ¿Cómo se desenvuelven? Sus civilizaciones deben ser muy diferentes a las nuestras…. ¿Pero de qué forma se estructuran sus sociedades? ¿Tenemos algo en común con los extraterrestres ó simplemente somos parientes lejanos…? Lógicamente podríamos llenar varios folios con preguntas de todo tipo, pero hay algo en la mente humana que siempre nos apremia: Las respuestas a esas incógnitas.

Buscando en la temática del estudio extraterrestre (ufología) hay un libro que me sorprendió y el cual dio origen al título de este blog: El Mensaje de Otros Mundos, que mencione al inicio del blog. Eduardo Pons Prades era un luchador por las libertades de los seres humanos. Había combatido en la Guerra Civil Española y luego en la Francia ocupada por los nazis. Por lo que se desprende de su biografía, era una persona de honestidad intachable. El 31 de Agosto de 1981, según narra en su libro, viajando por el Pirineo Francés, tomo un desvío y el camino le llevo a un claro del bosque. Y allí, precisamente  le ocurriría un hecho transcendental para su vida: Una nave extraterrestre, de entre 50 y 75 metros de diámetro, se hallaba posada emitiendo luces multicolores: Una puerta de acceso se abrió y una voz le invito a subir a la nave.















Allí conoció a sus tripulantes y estuvo siete largas horas conversando con ellos, los cuales le confiaron un mensaje que debía dar a las grandes potencias existentes en la Tierra. En ese mensaje se presentaban como seres humanos que habitaban otros mundos, dentro de la Confederación de Mundos y en el cual se decía que no era recomendable la presencia de armas en el espacio y que ellos estarían vigilantes sobre esas cuestiones. También le  explicaron diversos aspectos de su civilización así como detalles de los mundos donde habitaban. Realmente, Eduardo Pons Prades, supo estar a la altura de las circunstancias y posteriormente al citado encuentro con los seres extraterrestres, fue valiente e integro en sus convicciones sabiendo que su vivencia debia que transmitirla;  publicando un libro que le trajo más de un quebradero de cabeza.




He incluido algunos retazos de ese libro, pero antes podría hacerse la abstracción de cómo los seres humanos entenderíamos la sociedad del futuro: Básicamente nuestro planeta sera un único país y la pobreza y las guerras ya habrán desaparecido para siempre. Existirá un equilibro entre el desarrollo científico y espiritual, logrando de este modo una “armonía existencial” dedicada básicamente a la búsqueda de la felicidad, en lo más amplio de la expresión. El planeta entero, siguiendo las teorías de Gaia, actuara como un ser vivo y de un modo equilibrado, se repondrá su ecología y la atmosfera será más pura, al igual que los océanos serán descontaminados, acorde con un estado natural. Los seres humanos, si superan su propia autodestrucción, viajaran más allá de las fronteras del Sistema Solar y terminaran por entablar contacto con otros seres, cuyo desarrollo seguramente será superior.




Entonces el ser humano tendrá que aceptar su propio crecimiento y someterse determinadas normas de “buena conducta” respecto con los demás ó bien, exponerse a peligros no calculados. La vida, con la lenta desaparición de las enfermedades, se presentara cada vez más longeva y permitirá un conocimiento mayor a nivel individual y colectivo. Algunas particularidades “dormidas” en los seres humanos se activaran, tales como la telepatía, y ello permitirá que el engaño desaparezca de la sociedad y que los gobernantes sean realmente honestos, buscando únicamente el bien de la colectividad en general.

Pasado un tiempo, la Tierra como tal, decidirá si se integra ó no en alguna estructura superior de planetas, tal como la Confederación de Mundos, sabiendo posiblemente que si lo hace, los beneficios serán mayores que los perjuicios. Respecto a las religiones, se irían diluyendo lentamente y los seres humanos tomarían de sus enseñanzas los mejores valores universales hasta conformar una filosofía atemporal y armónica, acorde con la naturaleza. Aparecerán nuevos retos, como es el caso de la inteligencia artificial, donde otros “seres robotizados” iran tomando conciencia de si mismos hasta convertirse en entidades “conscientes” con las que tendremos que convivir e integrar.


Representación de Androide

Lógicamente, la utopía de un futuro para los seres humanos, nadie la conoce hasta el momento y siempre debe plantearse desde la supervivencia de la humanidad hacia si misma, ya que según han explicado a varios contactados, hubo en la Tierra otras dos humanidades   anteriores a la nuestra  que perecieron victimas de su propia destrucción. Como también lo fue la desintegración total de un planeta que ocuparía la actual orbita del cinturón de asteroides, un planeta mucho más grande que el nuestro. Parece ser que en este caso, a los habitantes de dicho planeta hubieran sido capaces de calcular el momento aproximado que el planeta estallaría por fuerzas sísmicas descontroladas y planificar una huida  buscando algún lugar estable, tal vez Ganimedes, satélite de Júpiter.




Si, desde el punto de vista humano, nos planteamos como son las sociedades extraterrestres lo deberíamos hacer desde el punto de vista de la libertad. Ellos hacen hincapié permanentemente en “el libre albedrio de los mundos”, es decir, “la no interferencia en el desarrollo”, por tanto, en esos mundos sus habitantes deben gozar de libertad real para decidir sobre sus actos, también nos hablan de vidas longevas, es decir, que su medicina y alimentación dista mucho de la nuestra, y seguramente tendrán herramientas tales como el dominio sobre el material genético y la clonación de órganos deteriorados. Su organización social debe basarse necesariamente en la justicia y ecuanimidad, así las diferencias sociales no deberían existir en los mundos extraterrestres.

El dominio de la técnica, les permite viajar a lugares remotos del Universo, a otras dimensiones y también viajar en el tiempo, yendo al pasado y asomarse al futuro. Hay plena comunicación entre diferentes planetas habitados, agrupándose en entidades mayores como la Confederación de Mundos que buscan fines comunes como el “esparcimiento y cuidado” de la vida en cualquier rincón del Universo. Al final, esas civilizaciones extraterrestres buscarían un fin ultimo: Hallar el camino y búsqueda hacia el Creador (los extraterrestres no dudan de su existencia).





Del libro El Mensaje de Otros Mundos, de Eduardo Pons Prades

Pag. 58

- Me gustaría saber de donde venís…, si hay muchos planetas habitados, además del vuestro…, como tenéis organizadas vuestras  vidas y, sobre todo, como habéis conseguido vencer a la muerte…, y otras cosas que ya te iré recordando…

La voz, siempre dulce y cantarina, respondió:
-Si te refieres al último planeta que hemos visitado antes de llegar a la Tierra, te diremos que era el Verde Brillante, llamado así porque en él abundan los ríos y los lagos. Nosotros procedemos de planetas distintos. Cuatro somos del planeta Blanco-Marfil, dos son de Violeta-Flor y el otro es precisamente de Verde Brillante…Y es muy posible que ninguno de nosotros vuelva a pisar nunca mas su planeta natal…Aunque, si hay razones para ello podremos estar en comunicación con ellos en cualquier momento y por varios medios.
-¿Entonces no veréis mas a vuestras familias…?
-Las familias según las entendéis vosotros, no existen en nuestro mundo. Nosotros vivimos en régimen comunitario a escala interplanetaria. Lo que significa que cuando nacemos pasamos a formar parte de la comunidad a la que pertenecen nuestros progenitores, hasta que nuestras vivencias nos llevan a otros lugares, pero sin estar ligados a nadie en concreto y a todos a la vez. ¿Comprendes?
La verdad es que no acababa de comprender del todo, porque siempre resulta difícil desprenderse de las tradiciones y atavismos terráqueos y disponer por entero de nuestra mente para asimilar lo insólito. Incluso –según he podido comprobar a priori y a posteriori- cuando se trata de personas que se tienen –o alardean- por progresistas que, frente a los hechos que desbordan el cuadro de sus rutinarios devaneos doctrinarios, reaccionan como atentitos retrógrados.




-Hay muchísimos planetas habitados –siguió diciendo la voz-. Cada uno de ellos con unas características singulares, que son las que le dan su nombre. Como diríais vosotros: los hay más ricos y los hay más pobres. Uno de ellos, por ejemplo, es el llamado Desierto-Dorado, que visitamos no hace mucho. Si nos fijásemos tan solo en su superficie, es más bien de aspecto pobre, como vuestro desierto del Sahara, pero en su interior podemos descubrir lagos inmensos cuyas aguas poseen grandes poderes sedantes. Por eso tiene muy pocos habitantes. Pero allí, adema de tener varios observatorios y muchos puntos de referencia para nuestra navegación, se han instalado balnearios para las gentes de nuestra comunidad…
-Pero todo eso, a escala planetaria, requerirá una organización monstruosa-corté.
-Nada de monstruosa, compañero. Tan sólo una organización racional, en permanente reajuste y perfeccionamiento, en la que cualquier miembro de nuestra gran comunidad no se siente nunca extraño.


Pagina 64

- No del todo, porque, según veo, en vuestro mundo reina tal libertad individual que no concibó como pueden cumplirse unas mínimas obligaciones hacia la comunidad. Porque alguna obligación tendrá el individuo con respecto a la comunidad. ¿O no?
- Claro que las tiene. Pero no es una obligación, según lo entendéis los terráqueos, sino una vivencia personal que esta orientada, en un momento determinado, por lo que podríamos llamar el “planning de la comunidad universal”…
-¿Y quien maneja el planning? –corte yo.
-Bueno, en realidad se trata de una red de computadoras-coordinadoras…
-Nosotros a eso lo llamaríamos “burocracia robotizada” –corté de nuevo, con una punta de insolencia (de la que, en verdad, me avergoncé en el acto)- Algo realmente espantoso de imaginar –agregué- , al menos para los terráqueos amantes de la libertad.
- Confieso que caí una vez mas –y no sería la ultima- en una de tantas “frases hechas” nuestras… …
- Eso seria cierto si las manejasen tan sólo los elegidos o los privilegiados. Pero allí no tenemos ni lo uno ni lo otro. Allí todos, sin excepción, estamos en disposición de pasar por los tableros de mando de las coordinadoras, ya que es algo que aprendemos desde muy jóvenes en la escuela. Hay que señalar también que nosotros no ponemos nunca nada en marcha, por atractivo o seductor que se  nos antoje el proyecto, sin que esté dotado de sus respectivos elementos de control y de neutralización y, llegado el caso, de autodestrucción. Elementos que son de pulsación humana en todos los casos. Ningún mecanismo puede escapar a nuestro control, por muy inofensivo que pueda parecer. Nosotros hemos humanizado la técnica. ¿Lo comprendes ahora?


Lanzamiento de misiles


Pagina 76

- ¿Y, cuando os encontráis con algún planeta habitado, no se os plantea ningún problema?
- Claro que surgen problemas. Los propios e inevitables de cualquier contacto inesperado. Y luego los que se derivan de su integración en nuestra comunidad y los que pueden surgir sobre la marcha, totalmente imprevisibles.
- ¿Y nunca os habéis tropezado con planetas armados hasta los dientes, como la Tierra, cuyos jefes no hayan querido tener relaciones con vosotros?
La voz tardo algo en contestar:
- Sí, alguna vez ha sucedido. Pero nunca con armamento tan peligroso como el que posee actualmente la Tierra.
- Y cuando eso ha ocurrido, ¿Qué habéis hecho vosotros, si se puede saber?
- En tal caso no hemos profundizado los contactos. Nos hemos quedado como hacemos respecto a vosotros, a la expectativa.
- ¿O sea, que es posible que en el Cosmos haya planetas habitados que no estén integrados en vuestra comunidad?
- Por supuesto que los hay…
- ¿Acaso no estarán poblados por esos agresivos hombrecillos verdes que, al parecer, se ven de vez en cuando por la Tierra y que también viajan en platillos volantes?
- Es muy posible,… …



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LA LIBERTAD A ESCALA COSMICA

- Porque  para nosotros, la libertad bien entendida de uno no es aquella que empieza donde termina la libertad del otro; lo cual, bien mirado, es una frase hueca, como tantas otras de las que se usan en la Tierra. Porque, ¿Quién puede fijar la frontera entre dos libertades individuales? Nuestra libertad es la que se imbrica, que se armoniza y que se funde con la libertad de los demás. Solo así se puede trenzar de verdad la libertad colectiva, que es la genuina, y no con “libertades que van por libre”, a las que tan solo pueden acceder los elegidos y los privilegiados, como ocurre en vuestro planeta.

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Las caras de mis interlocutores masculinos extraterrestres eran más alargadas que las nuestras, con el mentón algo más prominente que el corriente por estas latitudes. Pero sus proporciones eran siempre armoniosas. El de los pómulos más salientes tenía un aire oriental y era el más bajito de todos: 1,75 m o poco más. Sus labios eran menos carnosos que los de las féminas y los rostros varoniles parecían recién afeitados. A ratos se me parecían como autenticas figuras de cera. Las orejas eran también alargadas y pegadas a la cabeza.

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LA ETICA DE NO INTERFERENCIA

-Es cierto que podríamos hacer algo –respondieron- para demostrar nuestro poder. De hecho, como luego podrás ver, alguna vez hemos ayudado a gentes de la Tierra. Incluso compatriotas tuyos. Pero eso, ahora, resultaría poco eficaz por varias razones. La primera es que las superpotencias, en el estado actual del mundo, acabarían por unirse y lanzar la consigna de defensa planetaria, esgrimiendo la inminencia de una invasión extraterrestre. Algo así como una “cruzada interestelar”. Y tenemos razones para creer que esa reacción no estaría motivada por nuestra hipotética intervención en los asuntos terrestres, sino mas bien por miedo a la insurrección de sus propios pueblos y de los pueblos del tercer mundo; unos en protesta contra esa suicida política armamentística de sus dirigentes y los otros contra la humillación y la explotación. ¿Comprendes?

-La segunda razón es que, en el supuesto de que las dos superpotencias se quedasen a la expectativa, que es una eventualidad a descartar casi del todo hoy en día, esos planteamientos paternalistas serian eficientes a corto plazo, pero negativos a largo plazo, dado que cualquier solución que venga del cielo se consideraría como un “milagro divino”, y esto es una farsa a la que nosotros no nos prestaremos nunca. Fíjate que algunos “especialistas del tema ovni” han llegado a afirmar que su Dios –Jesucristo- era un extraterrestre.


Playa en el Sur de España

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EXTRATERRESTRES EN UN POBLADO MARITIMO ESPAÑOL

Y mostrándome una consola rinconera, me dijo:
-Toma asiento y presta atención, por favor.
Nos sentamos y, en el acto, se tamizo la luz y en una pantalla –que salio del techo y quedo suspendida a media altura- aparecieron dos naves cilíndricas. Volaban velozmente a ras del mar, a muy poca altura de las olas. De pronto se quedaron paradas y, picando el morro, se zambulleron lentamente en el mar. Por la parte acristalada, y gracias a su lentísima velocidad –siempre con el mismo objetivo: el de no alterar mas que minimamente el medio ambiente acuático-, pude admirar los fondos submarinos, con toda su fina y multicolor flora y abundante y variopinta fauna que jugueteaba en torno a las pequeñas naves, mientras que en su interior, y con la nariz pegada a la cristalera, se veía a varios tripulantes, que parecían divertirse como niños al observar todos aquellos peces.

Poco después, bajo un claro de luna esplendido, salieron las naves a la superficie, aproximándose a la playa desierta. Minutos más tarde, procedentes de tierra adentro, aparecieron dos grupos de extraterrestres que llevaban una especie de mochila a la espalda. Pero, a medida que se acercaban, pude darme cuenta de que iban acompañados de terráqueos, los cuales, al llegar a la orilla del mar, donde se deshacen las olas, los despedirían con grandes pruebas de afecto, agitando gorras y pañuelos (debían ser como quince o veinte personas de ambos sexos, entre las que se veían varios niños), hasta que las naves cilíndricas volvieron a sumergirse en el mar. Se echaba de ver que unos y otros no se extrañaban en absoluto.


Fondo Submarino

Me quede perplejo, sin saber que decir. Por momentos llegue a sospechar que todo aquello podía ser un montaje, y para convencerme de que no lo era pregunté:
-Entonces resulta que ese contacto definitivo en realidad y a debe haberse establecido, puesto que, según he visto, ese grupo de hombres y mujeres parecen estar acostumbrados a vuestras visitas…
-Exacto. Hemos establecido contacto con innumerables grupos aislados de terráqueos y a veces con familias que viven en lugares muy apartados, y todos nos ayudan en nuestras investigaciones...
-¿A cambio de que…? –corté…, arrepintiéndome en el acto de haberles hecho semejante pregunta.
-De nada, compañero, a cambio de nada. Bueno, sí, a cambio de nuestra gratitud…, porque en el fondo, tanto ellos como nosotros sabemos que estamos trabajando por una causa que nos es común.
-¿Y podríais decirme de que país son esas gentes?
-Del tuyo, querido compañero, de España. Forman parte de una población marinera de vuestras costas del Mediterráneo…, las andaluzas, concretamente.
Uno, sin poder asegurarlo, casi lo hubiese adivinado, aunque también podían ser italianos o griegos. Pero no, según ellos eran españoles. Y no había razón para no creerlos…


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RAPTOS DE TERRAQUEOS

De pronto se me ocurrió hacerles una pregunta:
-Perdonad la indiscreción…, Qué hay de cierto en esos raptos de terráqueos de que se os acusa?
-Bueno, eso es según se mire. Nosotros no creemos que sea ése el calificativo correcto. Habría que hablar mas bien de rescate… Observa bien lo que te vamos a mostrar y juzga por ti mismo.

Arrozal

En fracciones de segundo nos encontramos sumidos de nuevo en otra proyección cinematográfica. Era como si estuviésemos viajando a bordo de un helicóptero…Bueno, me olvidaba de que sus naves pueden surcar el espacio a grandes velocidades, pero también a velocidad de patinete, o quedarse inmóviles y suspendidas en el aire indefinidamente. Ahora descendíamos vertical y lentamente. A primera vista me pareció que “picábamos” sobre unos arrozales… o una gran extensión de charcas pantanosas. Pronto percibí a unos grupos de hombres y mujeres trabajando en aquellos campos inundados, con el agua hasta las rodillas.
-Este es el planeta Yerba Fina –me dijeron-.Fíjate bien en esas gentes y dinos si te recuerdan algo…
Al llegar a pocos metros del suelo la nave dio varias vueltas alrededor de los campesinos y éstos, reincorporándose, nos saludaron alborozadamente con las manos. En seguida vi. unas caras que, si no me eran “familiares”, desconocidas del todo tampoco lo eran.


La India

Y exclamé:
-¡Pero si son gentes de la India!
Serían como cien. Y estaban trabajando en unos arrozales. Durante unos minutos estuvimos sobrevolando lentamente aquellos campos y sus alrededores.
-Y ahora fíjate bien en estos otros trabajos agrícolas…
Y en la pantalla aparecieron grandes extensiones de tierra –me dijeron que era el planeta Trigo Dorado- y vi algo así como docena y media de tractores muy bajitos, labrando unas tierras mas bien parduzcas, como salpicadas por polvo de pizarra. Aquellos artefactos me recordaron, un instante, las diabólicas tanquetas italianas –las Ansaldo/Fiat- de la guerra de España. En una esquina de aquel inmenso campo vi como una especie de tienda de campaña redonda, como si estuviese hinchada.
-Desde esa casa de lona –me dijeron- se conducen esos tractores y cualquier otra maquina agrícola. Si queremos, las faenas del campo podemos mecanizarlas totalmente. Lo que ocurre es que ha gentes que desean realizarlas a la vieja usanza, como aquellos hombres y mujeres de Yerba Fina, que expresaron el deseo de seguir cultivando arroz como lo hacían en su tierra, y como esos parece hacerles felices se les ha complacido… Pero sus hijos, que ya reciben la doble formación –necesaria y vocacional-, seguramente un día desearan que les quede más tiempo libre para viajar, explorar, investigar…
-Porque esas gentes son de la India, en efecto –puntualizó otro de los pilotos- . Fueron rescatadas en un islote formado por una de las terribles inundaciones que se producen en aquel país, cuando todo hacía temer que se las tragasen las aguas de un río desbordado. Por allí se encontraba, en misión de observación, una de nuestras naves, la cual, tras consultar con su base, descendió sobre aquel islote y las rescató. Había cerca de mil personas. Esto ocurrió hace mucho tiempo y era la primera vez que una tripulación  de nuestra Confraternidad asumía una misión semejante. Apenas penetraron en la nave quedaron en estado de “descanso cósmico”, mientras se investigaba cómo y donde podían ser devueltos a la vida activa. Estuvieron largo tiempo descansando, hasta que logramos sintonizar sus organismos con el planeta en el que iban a vivir y trabajar. Entonces los trasladamos a Yerba Fina, que es un planeta de características muy similares a la Tierra, a su tierra... –Y, con una punta de ironía, apostilló- : Pero sin sus epidemias, ni su miseria y, como habrás podido ver, sin sus vacas sagradas…
-Pues a mi me pareció ver algunas…
-Sí, son vacas, pero no sagradas…Aquí, nuestras comunidades, todo es sagrado, como diríais vosotros: las gentes, los mares, los animales, los ríos, los lagos, las plantas… en una palabra: todo aquello que respira vida merece respeto y veneración.
-¿Y solo habéis rescatado hindúes?
-¡No, que vá! En otros planetas viven gentes de África, de Europa, de Hispanoamérica, de Oceanía y de Asia Central.

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COMIDA EN COMPRIMIDOS

Esta vez fue la fémina vecina mía la que sacó de la mesa una bandejita, que parecía de plata y en la que había como un par de docenas de comprimidos de varios colores, del tamaño de un guisante.
-Es comida concentrada –me dijo-. La utilizamos durante nuestros viajes. Tómate dos o tres de ellos  y así recuperarás energías.
Cogí dos comprimidos y los disolví en la boca, bebiendo un trago de refresco que sabia a naranja-limón-pomelo. Mentiría si dijese que en aquel momento no eché de menos un buen plato de verduras, de esos que me prepara mi compañera, y un bistec a la brasa, regado con un tintorro de solera de la tierra.

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QUIENES SOMOS
Somos los representantes de una infinidad de planetas habitados por humanos y animales de todas las especies, que componen la Armoniosa Confraternidad Universal.

NUESTROS DESEOS

Desde hace muchos siglos: establecer un contacto fraternal con los habitantes del planeta Tierra. Tan solo su carácter belicoso y las acciones destructivas  han hecho imposible el contacto definitivo. Desde los tiempos más remotos, y por todos los medios a nuestro alcance, hemos intentado dar fe de nuestra existencia y de nuestras intenciones. Y anhelábamos que la Tierra centrase toda su inteligencia y esfuerzos en corresponder a nuestros intentos. En lugar de eso, recientemente las potencias mas “civilizadas” han procurado mantener en secreto muchas de nuestras apariciones en la Tierra.
Como nosotros somos gente de paz, nos hemos limitado a visitar periódicamente la Tierra y a observarla, siempre con la esperanza de que un día se establecería el tan deseado contacto definitivo.





martes, 5 de febrero de 2013

Tecnología extraterrestre


Tecnología extraterrestre



Los platillos volantes, que mas tarde pasaron a llamarse OVNI ó UFO (acrónimo en inglés), son maquinas como mucha gente ya sabe. Si tratásemos de explicarlo desde la física clásica, diríamos que son objetos capaces de desarrollar un trabajo utilizando algún tipo de energía, pero en el momento actual, el concepto sobre tales maquinas se hace mucho más amplio: Son capaces de volar a velocidades inimaginables, pueden permanecer estáticas en el cielo y  sumergirse en nuestros océanos a profundidades impensables para los seres humanos. Comparándolo con nuestra mas “alta tecnología” podríamos afirmar que los seres humanos nos  situamos todavía en un “avance tecnológico primitivo”, si bien desde mediados del siglo XX hasta nuestros días, el desarrollo tecnológico ha sido exponencial y por desgracia, uno de los factores que más lo ha impulsado  han sido las innumerables guerras fratricidas que han asolado la humanidad. En estos conflictos se buscaban ingenios mucho más potentes y efectivos con los cuales destrozar al enemigo. Aparecieron el radar, el vuelo a propulsión, la primera computadora que desencriptaria los códigos alemanes y la tecnología nuclear ensayada en Hiroshima y Nagasaki . Los seres humanos se han hecho adolescentes y sus maquinas se vuelven cada vez más peligrosas para sí mismos. Aun así, competir con una tecnología extraterrestre aparentemente miles de años más avanzada, se nos  hace difícil e incomprensible.

Explosion de bomba nuclear

Nosotros mismos hemos marcado ciertas barreras que nos limitan, tales como la imposibilidad de viajar más rápido que la luz o basar la propulsión aeronáutica en  la combustión a reacción. La sustentación de nuestros aviones se hace deslizando las alas sobre un medio gaseoso y aprovechando el diseño aerodinámico más ventajoso. A los cohetes en general (militares o civiles) los impulsamos quemando grandes cantidades de combustible para vencer la velocidad de escape de la Tierra (11,2 km/s ó 40.320 km/h). De este modo, lo que amarra realmente al ser humano es la gravedad: Se nos hace muy difícil escapar de este planeta rompiendo esa barrera invisible. Cuando los seres humanos viajaron a la Luna, hubo que calcular al milímetro el peso útil para adaptarlo a la carga de combustible del cohete, de otro modo los astronautas podrían haberse quedado “con el depósito vacio” a medio camino de vuelta a casa, o bien, sin la fuerza de frenado necesaria al entrar en la atmosfera terrestre.



Sin embargo, los extraterrestres a primera vista, ya han superado ventajosamente las dificultades que atenazan a los seres humanos. Y según han explicado a muchos contactados, el Universo mas allá de la Tierra se presenta lleno de vida, planetas donde los viajes espaciales son hechos cotidianos y la relación entre diferentes mundos se hace a todos los niveles, tanto comerciales como científicos, en general de ayuda y camaradería de unos seres con los otros ( a excepción, claro está, de algunas razas regresivas empeñadas en enfocarlo todo desde una óptica de egoísmo hacia sí mismos.).




Respecto a la tecnología utilizada por la mayoría de los extraterrestres, según han revelado ellos mismos a ciertos contactados ó bien por la información extraída de naves recuperadas en accidentes, los extraterrestres realizan viajes interestelares recorriendo grandes distancias en breves lapsos de tiempo,  anulando de este modo las restricciones relativistas del incremento de masa/energía por velocidad. Se deduce que han logrado algo así como una “gravedad negativa” que los impulsaría a grandes velocidades;  haciendo que sus naves “rasguen el espacio-tiempo”. Es decir,  el concepto de distancia no se aplica exactamente a como lo entendemos nosotros,  manejando ellos prodigiosamente las “dimensiones por donde avanzan a la vez que el tiempo lo llevan a cero ”  Y si a estos avances tecnológicos añadimos unas vidas infinitamente más longevas que las nuestras, necesariamente obtendrán una perspectiva diferente respecto al devenir de los tiempos y las implicaciones derivadas de cualquier viaje, sea dentro o fuera de su planeta. 




Los “motores” de tales naves extraterrestres, utilizados para anular la gravedad y proporcionarles el impulso adecuado, son de dos tipos en concreto, hasta lo que hoy en día conocemos:

A: Un fluido muy pesado (se entiende que mercurio, o algo similar) se hace girar a una “velocidad lumínica” (tal como lo hacen los electrones por un cable) en una especie de bobina formada por tubos. Al parecer, a esa velocidad relativa, los efectos que se producen son la anulación de la gravedad. Algo parecido a lo que sucede con un giróscopo.
(La descripción de este funcionamiento la hicieron en su día viajeros procedentes de Venus al contactado Adamsky y de igual modo, otra civilización distinta le explico este mismo sistema de propulsión a un ingeniero sudafricano relatado en el libro Encuentro en Sudáfrica, de J.J.Benitez y descrito en la entrada a este blog Nuestra nave ha sufrido un accidente, siendo este el enlace:


(Extracto del libro Encuentro en Sudáfrica, de J.J.Benitez)

-Él afirmó que resultaba raro que nosotros (que tenemos tantos conocimientos) no conociéramos todavía este sistema de viaje. Entonces el hablo de los fluidos en un tubo. Y vino a decirme que producían el mismo efecto que la electricidad en torno a un cable…
-¿Se refería a lo que nosotros entendemos por un electroimán?
-Sí. Y aquel hombre añadió:
-Ustedes nunca han utilizado este tipo de “imanes” con fluidos…
-Pero ¿con un tubo? –le insistí
-Sí –respondió- , el efecto que se obtiene al hacer pasar un fluido por un tubo no es exactamente de fuerza magnética, sino de gravedad…
¿Qué tipo de fluido? –pregunté de nuevo a aquel hombre.
-Un fluido que tiene mucho peso.
Yo pensé entonces –prosiguió diciendo el ingeniero- en el mercurio.
-¿Pronunció aquel tripulante la palabra “mercurio”?
-No. Él no lo dijo. Pero yo sí lo pensé al momento. Y el hombre continuó y explico que “cuando la velocidad del fluido es parecida a la de la luz o a la electricidad empieza la fuerza magnética…”.
-Pero eso es imposible –apunte- ¿Cómo vamos nosotros a provocar esa velocidad en un fluido que se encuentra en el interior de un tubo…?
-SÍ –intervino de nuevo el hombre de la bata blanca- Es fácil…
Y me hizo ver que, al no ser comprimible el fluido, cuando entra en el tubo sale inmediatamente por el otro lado. Entonces, la velocidad relativa es infinita…
-Es igual que la electricidad –insistió el hombre- No es un problema. Lo único que les ocurre es que no está suficientemente probado…
Y quede nuevamente sorprendido cuando el hombre se refirió a los giróscopos…
Esta fuerza la tienen desarrollada en su mundo a través de los giróscopos. A partir de un número de revoluciones se consigue un dominio de la gravedad…

B:Un reactor, utilizando el elemento 115 (todavía no ha sido sintetizado en la Tierra), produce antimateria y  hace posible la generación energética por aniquilación ( materia + antimateria) que es la fuerza más poderosa de las tres nucleares posibles ( fisión, se bombardea y rompe el átomo con neutrones y es la utilizada en centrales nucleares,  fusión ,cuando se junta el átomo y de ese choque se produce energía siendo el sistema utilizado en las bombas de hidrogeno y el modo de combustión del propio Sol y en tercer lugar,  aniquilación, cuando unimos materia y antimateria, logrando de este modo energía casi en “estado puro”). Desde ese reactor se alimenta a tres amplificadores de gravedad, que como explica el físico Bob Lazar  logran crear una “onda afásica” (gravitacional negativa) que les hace posible vencer la gravedad e impulsarse para realizar viajes espaciales.

En esta ocasión he traído un fragmento de un documental, donde el físico Bob Lazar nos explica esa tecnología prodigiosa. También otra parte de un documental de la relación entre el hombre y el espacio, donde se aprecia ese abismo tecnológico en el que nos hallamos.




El fisico Bob Lazar explica el funcionamiento de una nave extraterrestre



Respecto a las cualidades de las naves hay infinidad de descripciones respecto a su forma ( esféricas, triangulares o el típico platillo volante). Algunas de ellas son capaces de cambiar de forma o tamaño, permanecer estáticas o hacer giros increíbles y tomar velocidades impensables. Pueden surcar los cielos o bien sumergirse en las profundidades de nuestros océanos sin que las enormes presiones les afecten mínimamente. Pero lo que realmente no deja de asombrarnos es la capacidad para aparecer y desaparecer frente a nuestros ojos, tal es el caso de la grabación realizada por el contactado Billy Meier de una nave procedente de las Pléyades.





En esta secuencia grabada por Billy Meier se aprecia como aparece y desaparece el OVNI

En el libro Los grandes contactados, de Manuel Navas Arcos, la extraterrestre  pleyadiana Semjase explica al contactado suizo Billy Meier el modo de viajar de sus naves  y la forma de sortear esas grandes distancias cósmicas:

Con los pleyadianos a unos quinientos años luz de la Tierra, los físicos terrestres opinan que, viajando a la mayor velocidad concebible, es decir a la velocidad de la luz, un viaje desde Las Pléyades a la Tierra, y regreso, requeriría mil años, sin embargo, Meier mantenía que el sistema de propulsión pleyadiano era capaz de alcanzar velocidades de muchos millones de veces más veloces que la luz. Y que, con frecuencia. Semjase iba y volvía desde su planeta natal ERRA, y la Tierra. Los pleyadianos, añadía Meier, realizaban el viaje en siete horas.



Durante el cuarto contacto, y de nuevo en el octavo, Semjase le había explicado aspectos del sistema de propulsión que permitían a las naves luminosas pleyadianas trascender la distancia y el paso del tiempo.
Para viajar a través del espacio cósmico dijo, se necesita un impulso que sobrepase muchas veces la velocidad e la luz. Pero esa propulsión solo entra en acción cuando ya se ha alcanzado dicha velocidad. Esto significa que una nave luminosa necesita por lo menos dos impulsos: uno normal que proporciona impulso hasta alcanzar la velocidad de la luz, y un segundo híper‑impulso, como vosotros lo llamaríais. Con este segundo impulso paralizamos el tiempo y el espacio. Y sólo cuando el tiempo y el espacio han dejado de existir somos capaces de viajar a distancias de años luz en una fracción de segundo. Todo se realiza de una manera tan rápida que los vivientes ni se dan cuenta.
No estoy autorizada a darte más detalles. Pero puedo decirte que vuestros círculos científicos más avanzados siguen aún trabajando sobre sistemas conocidos como impulsos emisores de luz e impulsos de taquiones. Los principios elementales ya les son conocidos. El impulso emisor de luz sirve como un sistema de propulsión normal para hacer avanzar las naves hasta los límites del espacio y del tiempo. Una vez allí, el impulso del taquión entra en acción. Se trata del sistema de híper­propulsión, que es capaz de forzar el espacio y el tiempo hasta el híper‑espacio. Nosotros empleamos otros nombres, pero los principios son exactamente los mis­mos.





La tecnologia de los seres humanos dista mucho respecto a la extraterrestre